El Sosiego de Finca Las Caraballas
Nunca un nombre pudo hacer más honor a un vino, pues precisamente este sosiego, atesora en su espíritu calma y silencio. Como los grandes vinos que se elaboran respetando a la naturaleza, recibe en sí mismo la gratitud de la tierra y de la mano del hombre en forma de equilibrio. El Sosiego de Finca Las Caraballas es fruto de la armonía entre nuestros cultivos y el medio. Es nuestro pequeño homenaje a la tierra.
Elaboración
Procedente de las dos hectáreas de Chardonnay de Finca Las Caraballas, con un manejo de la Vinicultura específico buscando la frescura de la variedad. Se realiza vendimia mecánica en noches frescas y se elabora en depósitos de acero inoxidable hasta casi el final de la fermentación alcohólica, finalizando este proceso en tonel de primer uso de roble francés con un tostado muy ligero. Permanece en crianza sobre sus lías durante seis meses y medio. Se realiza una filtración por 2 micras y es embotellado, permaneciendo en botella tres años.
Con una producción exclusiva de tan sólo 480 botellas numeradas en la añada 2012 y de 1000 en la añada 2013, El Sosiego de Finca Las Caraballas es un capricho nacido del pacto entre en la tierra y el hombre.
Notas de Cata Añada 2012
Su complejidad aromática es tal, que a la vez que se desnuda delante de tu nariz, busca y llama en tu memoria trayendo incluso recuerdos de los aromas de tu infancia. En otras fases de su evolución rejuvenece; y en tu boca se convierte en un adolescente tornándose suave y delicado como un beso que no esperas.
Merece pararse y detener el tiempo, beberlo con todos los sentidos, dándole todo el protagonismo posible; hablar de él largo y tendido, con Sosiego.
En un primer momento predominan las notas dulces de fruta de carne blanca en confitura, mantequilla fresca y sutiles pinceladas de limón. Pero poco a poco, otros aromas reclaman tu atención y su momento de gloria y así, desfilan primero la miel y el albaricoque, dejando para el ocaso de las últimas copas notas de almendra cruda e incluso de pan tostado. Y es que pocas veces tenemos la ocasión de enfrentarnos a vinos de tantísima complejidad aromática.
En cuanto a su aspecto, su color amarillo dorado denota su crianza, presentando lágrimas de caída lenta y bien formadas, de apariencia denso y untuoso.
Será en boca donde más conciencia se puede tomar de su categoría, con muy buen sabor y más fruta de la que cabe esperar. Es tan completo que incluso puedes encontrar cierto parecido con sus hermanos, sobretodo en el posgusto; firma de la casa, donde retornan la fruta, las infusiones y unas notas de licor muy tenues junto con un leve amargor que te devuelve del sueño.
Notas de Cata Añada 2013
Vino de gran complejidad aromática en el que predominan, en un primer momento, notas dulces de fruta de carne blanca en confitura, mantequilla fresca y sutiles pinceladas de limón. Estos aromas dejan paso a aromas secundarios como la miel y el albaricoque y notas de almendra cruda e incluso pan tostado. En boca es potente y complejo, sobretodo en el posgusto donde aparece la fruta, las infusiones y unas notas de licor muy tenues junto con un leve amargor.